sábado, 20 de marzo de 2010

GRANOLLERS 2010: DIARIO DE UNA ILUSION

El 4º concurso de creación de juegos organizado por el Ayuntamiento de Granollers, ha entrado hace unos días en su fase "caliente", aquella en la que se probarán los prototipos para elegir a los diez finalistas.
De 185 juegos presentados desde todos los rincones del mundo (sí, este año el concurso se ha hecho internacional) han quedado "sólo" 60 para la fase de prototipos, una cantidad elevada para los miembros del jurado, una cantidad elevada para las espectativas de los organizadores y sobre todo, una cantidad muy elevada para todos aquellos autores que en estos días debemos enviar nuestros prototipos. La competencia es dura, muy dura. Y si no, sólamente hay que echar un vistazo a algunos de los juegos que no han pasado la fase de lectura de reglas.

Sólo hay algo que me preocupa, y es precisamente esa internacionalización del concurso; algo totalmente lógico por parte de la organización, deseosa de impulsar un concurso que crece más deprisa que un tomate de invernadero, pero que puede suponer un nuevo escollo para que los autores españoles encuentren una salida comercial a sus obras. ¿O no?

Por una parte, la proyección internacional del concurso hará que el premio pueda no quedarse en España. En ese caso, diseñadores extranjeros se llevarán la gloria y los honores y muy posiblemente (si pertenecen a países con más industria lúdica que el nuestro) serán rápidamente publicados en el extranjero (¿con tirada conjunta por parte de alguna editorial española, aprovechando las planchas de impresión?...) Será más difícil todavía acceder no sólo a un premio, sino también a la fase final, por la sencilla razón de que hay muchos más candidatos luchando por lo mismo. Ahora no sólo luchamos contra Guadalajara, Barcelona o Córdoba, sino también contra China, Francia (que ha presentado la friolera de 61 juegos) o Estados Unidos. Más comensales, menos pastel.
Por otro lado, el mérito de la victoria, para quien la consiga (si finalmente se queda en la piel de toro) será mucho más elevado. No sólo su juego habrá sido elegido entre más de 185 candidatos, sino que posiblemente será mucho más interesante a nivel editorial. Imagino que los empresarios de ésto, seguirán con interés el fallo del jurado, no sólo desde nuestro país, sino desde todos aquellos lugares que hayan conseguido colocar un juego en la final.

En cualquier caso, aquí estoy, divagando sobre estas cuestiones mientras voy ordenando en bolsitas zip los componentes de mi prototipo, para dejarlo listo y empaquetado. Y es que aún seguimos adelante, y mientras hay vida hay esperanza.

3 comentarios:

  1. Tienes mucha razon en lo que comentas de la internacionalizacion del concurso pero es algo con lo que no podemos luchar. Algun dia esa desconfianza de la industria hacia los autores españoles desaparecera (o eso espero) y estaremos en las mismas condiciones que los demas paises. Mucha suerte con tu juego, y a ver si pruebas el mio y me dices cual tiene mas posibilidades ;)

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. A mi me preocuparía más que hubiera un Bruno Cathala, un Roberto Fraga, un Andrea Angiolino o un Emmanuel Ornella entre los finalistas. Porque para mi, eso si que hace perder todo sentido al concurso. Y el año pasado, sin ser tan internacional, ya ocurrió.

    Y sobre las editoriales españolas, lo siento, pero no soy tan optimista. Yo vivi en primera persona su completa desidia. En un rincón de autores donde se presentaban los juegos finalistas ninguna (y había varias a menos de 10 metros) se acercó ni siquiera para felicitar a los finalistas y probar sus juegos. Hay que ser realistas, los autores españoles ni interesan ni venden.

    Por lo demás, hay que entender que es un concurso que tiene sus reglas, y como tal, hay que respetarlo.

    ResponderEliminar